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La interacción de nuestros genes con el ambiente obesogénico
Petermann-Rocha, Fanny
Martínez-Sanguinetti, María Adela
Celis-Morales, Carlos
Revista Medica de Chile
2019
En las últimas décadas, la obesidad ha adquirido características epidémicas a nivel mundial. Desde los años 60 a la fecha, el índice de masa corporal (IMC) promedio a nivel global ha aumentado desde 21,7 a 24,2 kg/m2 , lo cual es equivalente a 6 kg de peso corporal extra para una persona con una estatura de 1,70 m. Los principales factores que han contribuido a ello son cambios en los estilos de vida experimentados por la sociedad, como una alimentación no saludable y bajos niveles de actividad física. Sin embargo, también se reconoce un componente genético importante en este aumento de la obesidad. Personas con una alta predisposición genética a la obesidad presentan 148% de mayor probabilidad de desarrollar esta patología, en comparación a personas con una baja predisposición genética. Sin embargo, hay puntos de vista divididos en relación a cuál es la real contribución de estos marcadores genéticos de obesidad sobre el aumento de su prevalencia. Una de las hipótesis más planteadas sugiere que nuestros genes sólo toman relevancia dependiendo del ambiente al que estemos expuestos. Por ejemplo, si una persona tiene una alta predisposición genética a la obesidad, dicho en términos coloquiales: “tiene malos genes”, y además vive en un ambiente pro-obesidad u obesogénico, el efecto de estos genes sobre el riesgo de desarrollar obesidad va a ser mayor que el de una persona con un perfil genético más favorable (baja predisposición genética), pero que comparte el mismo ambiente. Una forma de responder a esta hipótesis es seguir la prevalencia de obesidad en una determinada población durante el periodo de transición epidemiológica en el cual se haya instaurado el ambiente obesogénico. Bajo la hipótesis de la interacción gen-ambiente, se esperaría que la diferencia de IMC entre población con alta y baja predisposición genética a la obesidad aumentase en el tiempo a medida que se establece un ambiente obesogénico. En el caso contrario, la diferencia de IMC se debiera mantener constante a través de los años.
Obesidad
Genes
Ambiente obesogénico
Ciencias de la salud