Dr. Montory-Barriga, Gonzalo

La presente obra colectiva, coeditada por la Facultad de Derecho de la Universidad Católica de la Santísima Concepción, Chile, da cuenta de cambios jurídicos y tecnológicos en el mundo actual, y de la evolución de la siempre interesante interacción entre Derecho y tecnología. El Derecho regula los avances tecnológicos, pero también se vale de ellos. Con distintas miradas desde el Derecho de propiedad intelectual, Derecho del trabajo, Derecho civil, Derecho administrativo y Derecho procesal se analizan los fenómenos sociales y culturales asociados a los progresos de la tecnología y al auge de las cosas incorporales, bienes inmateriales y activos intangibles.

El efecto retroactivo no borra todos los efectos del acto o contrato nulo, sino sólo sus efectos jurídicos; no así los hechos materiales que derivan del cumplimiento de las obligaciones que de él emanan, los que caen bajo la ley de las restituciones. Éstas no son una consecuencia necesaria de la nulidad, lo que amerita precisar su verdadero fundamento. El ámbito de la nulidad y de las restituciones suele confundirse, dada la calidad de efecto consustancial que se le asigna a éstas, sin que lleguen a originar una acción independiente. No obstante, ambas instituciones tienen su particular fundamento y su propio objetivo, lo que no significa que no se encuentren vinculadas.

Determinar la esencia o el contenido esencial del derecho de propiedad resulta ser un ejercicio de la mayor trascendencia, puesto que nos conecta con aquello que el legislador no puede desconocer en su función reguladora. La jurisprudencia constitucional ha propuesto dos vías de aproximación a la esencia de los derechos: Uno es el criterio de la reconocibilidad y el otro es el criterio del interés jurídicamente protegido. El primero es un intento de aproximación a la esencia desde un punto de vista dogmático; mientras que el otro propone tal aproximación desde la vereda de la jurisprudencia de intereses.

La tecnología de “cadena de bloques” o “blockchain” ha supuesto la irrupción de los contratos inteligentes o “Smart Contract”, que permiten su ejecución de forma automática, sin necesidad de injerencia humana, mediante operaciones logarítmicas incorporadas en un código. Hoy en día su uso es una realidad en el mundo financiero y de los seguros. Las denominadas “criptomonedas” como el Bitcoin surgieron al amparo de esta tecnología. Uno de los problemas que presenta la conceptualización de los Smart Contract es el uno genérico del término contrato que es utilizado para denominarlos. Para efectos de lo que se dirá en este trabajo, utilizaremos el término “contrato inteligente" o “Smart contract” como alusivo a un acuerdo de voluntades capaz de producir efectos jurídicos, cuya peculiaridad esencial es ser capaz de auto cumplirse por estar total o parcialmente recogidos en una secuencia de códigos.